lunes, 15 de enero de 2007

Relaciones Amorosas



La mayoría de la gente inicia las relaciones con las miras puestas en lo que puede sacar de ellas, en lugar de en lo que puede aportar a ellas.

El objetivo de una relación es decidir qué parte de ti mismo quisieras ver "descubierta"; no qué parte del otro puedes capturar y conservar.

Sólo puede haber un objetivo para las relaciones, y para toda la vida;
Ser y Decidir Quién Realmente Somos.

Resulta muy romántico decir que tú no eras nada hasta que llegó esa otra persona tan especial; pero no es cierto. Y, lo que es peor, supone una increíble presión sobre esa otra persona, forzándole a ser toda una serie de cosas que no es.
Al no querer "desengañarte", trata con gran esfuerzo de ser y hacer esas cosas, hasta que ya no puede más. Ya no puede completar el retrato que te has forjado de él o ella. Ya no puede desempeñar el papel que se le ha asignado. Surge el resentimiento. Y después la rabia..

Finalmente esa otra persona especial empieza a recuperar su auténtico yo, actuando más de acuerdo con Quien Realmente Es. Y en ese momento es cuando dices que realmente ha "cambiado".

Resulta muy romántico decir que, ahora que esa otra persona especial ha entrado en tu vida, te sientes completo. Pero el objetivo de la relación no es tener a otra persona para que te complete, sino tener a otra persona con la que compartir tu completitud.

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